Martín Goslino (UIBB): 2018 resultó un año bastante negativo también para las pymes bahienses.

El Centro de Estudios Económicos (CEE) de la Unión Industrial de Bahía Blanca realiza informes periódicos aportando información económica relevante para los empresarios. El economista Martín Goslino, integrante de este equipo que cotidianamente consulta a los cerca de 250 asociados UIBB, nos cuenta “El 2018 fue un año bastante negativo para las empresas en general y más aún para las pymes. La combinación de inflación y recesión han sido fatales para este tipo de empresas. Es que con la inflación los costos aumentan y ante el escenario recesivo, ese aumento no puede ser trasladado al precio del producto porque las ventas empiezan a caer y se entra en un cuadro de pérdida de rentabilidad”. El empresario, ante esta pérdida, muchas veces elige resignar parte de su utilidad o ganancia pero quienes no tienen la espada económica suficiente tienen que recurrir a los despidos. En este sentido, el economista bahiense destaca que, “si bien no hay indicadores de despidos sino de demanda de trabajo, se ha percibido un achique en el nivel de personal. Este tipo de achiques no han sido masivos ni a gran escala pero sí se traducen en pérdidas de empleo. Por lo tanto con la caída de ventas, el aumento de costos, con la presión tributaria muy alta y con los problemas de empleo las pymes atraviesan un cuadro demasiado complejo”. Esta situación compleja hace que las pymes que no cerraron y sobrevivieron a la economía argentina se vean muy afectadas por las altas tasas de interés, por lo tanto, la capacidad de invertir es una realidad que se aleja cada vez más. El financiamiento pasó de ser en términos productivos a saldar los descubiertos de las pymes afectando directamente la capacidad productiva de las pymes. Si mejorara la economía, esto supondría un problema para estas empresas por que las altas tasas de interés no permitirían mejorar la inversión ni la producción.

Las Pymes y los desafíos cotidianos El economista plantea tres desafíos para las pymes en este año que recién comienza, el primero es sobrevivir y ¨a esto un poco se ha acostumbrado el empresario argentino después de haber sorteado muchas crisis económicas tratando de quedar lo mejor parado posible para aprovechar el período de recuperación¨. El segundo es poder mantener su plantel de personal porque al despedir gente se pierde experiencia, capacitación, confianza y el esfuerzo es muy grande para no perder este capital. El tercer desafío, para Goslino, es hallar la manera de incrementar las ventas para que no se note tanto la caída de las mismas, para esto la innovación y presentación de nuevos productos y servicios serán un desafío para este tipo de empresas.
Ante la inquietud de cómo se proyecta este año, el integrante del CEE afirma que, “el 2019 se espera que no sea tan malo como el 2018 por eso el empresario está a la espera de que esto mejore y aprovechando las oportunidades que le da esta economía recesiva. Hay que tener en cuenta que es un año electoral, que el mercado cambiario parece haberse estabilizado y que la inflación será un poco más baja, por esto es muy difícil hacer un pronóstico de cara al año que comienza”.